¿Es el uso de gases para la criogenia de alimentos una práctica segura?

La criogenia alimentaria utiliza gases como el nitrógeno (nitrógeno líquido) y el dióxido de carbono para aplicaciones seguras y eficaces, como el enfriamiento y la congelación. Estos procesos garantizan la perfecta conservación de los alimentos con una seguridad alimentaria óptima. Preservan la calidad de los alimentos, aumentan su vida útil y satisfacen las necesidades de los industriales y los consumidores.

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Criogenia alimentaria

El uso de gases criogénicos en la congelación y refrigeración de diferentes tipos de alimentos (productos  frescos por ejemplo) es una práctica esencial en la industria alimentaria, que combina seguridad, eficacia y conservación de la calidad. Pero, ¿cómo actúan estos gases, como el nitrógeno y el dióxido de carbono, para garantizar alimentos seguros y duraderos? ¿Ofrece esta técnica ventajas concretas al tiempo que cumple los requisitos actuales?

Descubra cómo la criogenia está contribuyendo a transformar las normas de seguridad y conservación de los alimentos.

¿Tiene alguna pregunta sobre el uso de gases para la criogenia de alimentos?

¿Por qué la criogenia es una practica segura?

Los gases criogénicos utilizados, tales como el nitrógeno y el dióxido de carbono, están presentes de forma natural en el aire que respiramos. No tienen efectos nocivos sobre los alimentos, ya que no dejan residuos químicos ni alteran la forma ni la calidad de los productos. Además, su uso garantiza bajas temperaturas que impiden la proliferación bacteriana.

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¿Cuáles son las ventajas de esta técnica?

La criogenia alimentaria ofrece una serie de ventajas:

  • Mayor seguridad alimentaria: Las temperaturas extremadamente frías permiten un enfriamiento rápido, preservando las cualidades organolépticas de los alimentos al tiempo que se cumplen las normas de higiene.
  • Protección de los alimentos: La congelación rápida actúa sobre la estructura de los alimentos, evitando alteraciones a nível celular gracias a la formación de pequeños cristales de hielo.
  • Flexibilidad industrial: Adaptada a diversos procesos, la criogenia se utiliza para aplicaciones como la formación de costras, la refrigeración o la ultracongelación (congelación ultrarrápida) en continuo o por lotes.

Estas ventajas se buscan especialmente en el caso de las actividades estacionales, con el fin de absorber los picos de producción o lanzarse en nuevos mercados.

Los equipos y su papel en la seguridad

Los equipos criogénicos, diseñados para un control óptimo de la temperatura, permiten una distribución uniforme de los gases. Esta precisión garantiza una mayor seguridad y una mejor calidad de los alimentos. Su instalación requiere un estudio detallado del uso de fluidos criogénicos.

Es importante tener en cuenta que, cuando los fluidos criogénicos cambian de estado, liberan una gran cantidad de gases (nitrógeno gaseoso y dióxido de carbono) que pueden repercutir en el contenido de oxígeno del aire en el ambiente del entorno de trabajo. Los sistemas de extracción de estos gases se instalan sistemáticamente para garantizar unas condiciones de trabajo seguras.

En conclusión, el uso de gases para la criogenia es una práctica fiable que permite garantizar la calidad y la seguridad de los alimentos, al tiempo que ofrece una solución eficaz para que la industria alimentaria cumpla los requisitos de producción y transporte.

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