Control de la temperatura de las reacciones químicas

¿Necesita regular con precisión la temperatura de su reactor en intervalos de temperatura por debajo de −40 °C? ¿Necesita una fuente de frío “ready-to-use”, que consuma poca energía y con tamaño reducido? ¿Quiere tener una reserva de potencia frigorífica para controlar de forma rápida y segura su reacción exotérmica?

Esta es una ecuación difícil de resolver para cualquier laboratorio farmacéutico o industrial en el sector químico.
La solución: la gama de equipos de termorregulación criogénica ALASKA de Air Liquide proporciona:

Una potencia frigorífica estable y superior a los sistemas mecánicos convencionales,
Optimización del proceso de síntesis química,
Fiabilidad y seguridad para las operaciones.

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Ventajas
Solución
Casos de uso
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Ventajas de la termorregulación criogénica con las unidades de refrigeración ALASKA

Control de la temperatura

Capacidad de refrigeración constante en una gama de temperaturas muy amplia, de -20°C a -140°C. Alta estabilidad de la temperatura: precisión de +/- 1 ºC.
Calidad y seguridad garantizadas

Calidad de los productos preservada gracias a una regulación muy precisa a muy bajas temperaturas. Seguridad reforzada gracias a la gran potencia frigorífica disponible, que permite controlar instantáneamente cualquier sobrecalentamiento. Protección de las instalaciones: el nitrógeno tiene propiedades inertes lo que lo torna un gas ideal para proteger sus productos, materiales e instalaciones.
Rendimiento operacional

Consumo optimizado: eficacia de transferencia de temperatura > 99 %. Flexibilidad operativa: se pueden regular reacciones de hasta -100°C.Mantenimiento reducido: sin componentes rotativos, sin consumo eléctrico ni de agua. Fácil adaptación a los equipos existentes.

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Nuestra solución para la refrigeración de reactores

Desde el estudio de viabilidad hasta la puesta en marcha de la instalación, Air Liquide le acompaña a lo largo de todo su proyecto para implementar la solución que mejor se adapte a sus necesidades.

Suministro de nitrógeno líquido

El nitrógeno líquido es suministrado en tanques criogénicos fijos instalados en su planta. Está disponible en diferentes capacidades (desde pequeños volúmenes de 1000 litros hasta 50.000 litros) para adaptarse a su perfil de consumo.
La instalación incluye el tanque de almacenamiento, junto con un equipo de regulación de la presión del nitrógeno para estabilizar la capacidad de refrigeración a nivel del proceso. Los elementos de telemetría completan el sistema para optimizar la gestión del suministro.

Nitrógeno ECO ORIGIN™: Con el nitrógeno ECO ORIGIN™, climáticamente neutro, reduzca aún más la huella de carbono de sus productos.

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Equipos

Los intercambiadores de calor y las unidades de refrigeración ALASKA están disponibles en un intervalo de potencia de 5 a 100 kW, además de diversas opciones.
Por ejemplo, sucede que para cubrir el amplio intervalo de temperaturas de -140°C a +200°C, se puede incorporar un módulo para calentar el fluido de transferencia térmica (mediante vapor o un calentador eléctrico).
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Refrigeración de los reactores Unidad de refrigeración ALASKA

Prestaciones de servicio

Nuestros expertos combinan lo mejor de la ciencia con el conocimiento técnico para solucionar problemas químicos y de refrigeración industrial. Le recomendarán las técnicas más recientes desarrolladas en los centros de investigación del grupo.
En estrecha colaboración con usted nuestros expertos y servicios incluyen:

Auditorías del sistema de refrigeración existente.
El diseño, la instalación y la puesta en marcha de la solución criogénica.
La supervisión y el mantenimiento de los equipos.

Benefíciese de su experiencia y su presencia en todo el territorio de España: ALASKA cuenta con más de 200 instalaciones en todo el mundo. ¡Equípese!

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¿Por qué elegir el nitrógeno líquido para refrigerar sus reactores?

La termorregulación es una parte esencial de los procesos de síntesis orgánica: ayuda a controlar las reacciones consiguiendo buenos rendimientos y a mantener la seguridad de la planta.
Con ALASKA de Air Liquide, podrá beneficiarse de una solución técnica y económicamente más ventajosa que los sistemas de refrigeración mecánica.

Potencia de refrigeración incomparable
El nitrógeno, en su forma líquida, es un fluido criogénico más potente que los sistemas mecánicos convencionales. Líquido a −196 °C cuyos átomos son capaces de almacenar importantes cantidades de frigorías y que está especialmente indicado para la termorregulación de fluidos de transferencia térmica a muy baja temperatura (-140 °C).
Optimización del proceso de síntesis química
Las ventajas del control de la temperatura mediante nitrógeno líquido: le permite realizar el enfriamiento en menos de 30 minutos y tiempos de ciclo más cortos gracias a la disponibilidad de una potencia de refrigeración constante. También se observa que las bajas temperaturas mejoran la selectividad durante la síntesis de moléculas quirales.
Fiabilidad y seguridad de las operaciones
Se reduce el mantenimiento del equipo (no hay piezas giratorias).
Los riesgos de sobrecalentamiento durante el proceso de síntesis se evitan con la simple regulación de la temperatura a +/-1 °C.
Los intercambiadores de calor criogénicos pueden integrarse en diversos entornos normativos exigentes (ATEX, REACH, etc.).
El equipo compacto, montado sobre patines, puede integrarse en la línea de producción sin necesidad de desplazamientos de los equipos existentes o transformaciones.
Respetuoso con el medio ambiente
El nitrógeno es un gas presente en la naturaleza.
El nitrógeno líquido reduce el impacto medioambiental de los procesos de síntesis, en sustitución de los fluidos convencionales utilizados como fuente de frío (por ejemplo, los CFC). Su almacenamiento en tanques criogénicos no está sujeto a la normativa sobre sustancias con impacto climático y no requiere declaraciones a las autoridades

Casos de uso

Hay un gran número de reacciones químicas que necesitan especies químicas que reaccionan entre sí y que generan y liberan calor. Son las reacciones llamadas exotérmicas.
Es necesario compensar esta liberación de calor mediante la refrigeración para evitar reacciones fuera de control, calentamientos excesivos e incluso explosiones. Otras reacciones funcionan de forma óptima dentro de un intervalo de temperaturas bien definido.
La falta de control de los parámetros físicos de una reacción química puede dar lugar a un deterioro del rendimiento de la sustancia final o su pureza, o incluso problemas de seguridad en caso de pérdida de control.
Un ejemplo de reacción en la que es fundamental el control de la baja temperatura es en la formación de los reactivos de Grignard, comúnmente utilizados en la producción de los componentes farmacéuticos activos (API).