La presurización de botellas y latas que contienen bebidas no carbonatadas consiste en aumentar la rigidez del envase al añadir una gota de nitrógeno líquido, en el espacio que queda libre en el envase, antes de que quede tapado y sellado, a la vez que se inertice el envase reduciendo su contenido de oxígeno. Una vez cerrado, el nitrógeno se evapora, lo que crea una presión positiva dentro del envase que pasa a ser mucho más rígido.
Esta solución ofrece :
ventajas a través de la reducción del material de envasado necesario
mejoras logísticas gracias a un envase más resistente.