Algunos productos farmacéuticos pueden ser sensibles al oxígeno y a la humedad presentes en el aire atmosférico.
Como consecuencia de ello, a menudo tienen que protegerse con gases inertes para evitar la degradación del producto y mantener la eficacia del medicamento. Bastantes proteinas terapéuticas se envasan con nitrógeno durante las operaciones de llenado-acabado para prolongar su vida útil.
Como el nitrógeno entrará en contacto directo con el producto medicinal acabado, es comprensible la importancia de un suministro de gas fiable, de alta calidad y que cumpla con la reglamentación.