¿Cuáles son los elementos de un tratamiento térmico?

El tratamiento térmico es un proceso realizado en varias etapas que consiste en cambiar la estructura química y/o física de un metal, principalmente aleaciones de hierro como aceros o aleaciones de cobre.
El objetivo es obtener un material que tenga nuevas propiedades mecánicas (dureza, resistencia, pero también ductilidad, que es la capacidad de no romperse durante una fase de deformación mecánica).

Para aumentar la dureza o resistencia de la superficie de una pieza terminada, los metales se someten a ciclos de endurecimiento de la superficie (nitruración, cementación seguida de templado y revenido a baja temperatura).
Por otro lado, si se desea mejorar la maquinabilidad de un producto semiacabado (tubos, chapas, alambres, barras), principalmente se aplicará un tratamiento de recocido de núcleo realizado a una temperatura superior.

Para llevar a cabo las operaciones de tratamiento térmico, es necesario utilizar un horno. Las piezas metálicas a tratar se someten a un perfil de temperatura definido (fase de calentamiento, temperatura de mantenimiento, tiempo de las etapas de temperatura, velocidad de enfriamiento) y a una atmósfera gaseosa elegida (neutra o reactiva si está enriquecida en carbono y/o nitrógeno).
Un sistema de distribución de gas y un sistema de control (para gestionar la difusión del gas en su horno) permiten controlar esta atmósfera gaseosa y, sobre todo, garantizar un trabajo en un entorno que respete las normas de seguridad.

No dude en ponerse en contacto con los expertos de Air Liquide para hacer un estudio de sus necesidades de gas, de la ubicación del suministro y de sus sistemas de distribución.
Nuestros expertos también están a su disposición para llevar a cabo auditorías de sus hornos y resolver los problemas que pueda encontrar (por ejemplo, piezas coloreadas debido a la contaminación del vapor de agua en la atmósfera de sus hornos). También le aconsejarán sobre su proceso de fabricación para que sea lo más seguro posible.