Tratamiento térmico Air Liquide

¿Qué debo hacer al realizar el tratamiento térmico?

Para conseguir las propiedades deseadas con el tratamiento térmico y garantizar un resultado óptimo, siempre es aconsejable comprobar ciertos puntos antes de comenzar el trabajo.

El tratamiento térmico 

Los ciclos de tratamiento térmico constan de varias etapas: ciclo de calentamiento, mantenimiento de la temperatura y enfriamiento en atmósfera controlada. Para cada material a tratar (aceros, aleaciones, acero inoxidable, etc.), los ciclos se adaptan en términos de duración, temperatura, velocidad de enfriamiento, etc. 

¿Cuáles son las buenas prácticas antes de iniciar el trabajo de tratamiento?

Antes de cualquier operación de tratamiento térmico, hay que asegurarse de que las piezas que se van a tratar se desengrasan y se limpian adecuadamente para evitar la introducción de residuos sólidos o líquidos en el horno. Las impurezas pueden ensuciar su horno, contaminar la atmósfera y degradar la calidad de su tratamiento superficial. 

Independientemente del tipo de tratamiento y del tipo de instalación, siempre hay que prestar especial atención al estado y al buen funcionamiento del horno: estanqueidad, paredes internas, posibles fugas de agua de la camisa de agua, puntos de inyección de gas, etc.

Preste atención a la calidad y pureza de los gases que utiliza para generar la atmósfera de su horno. Un producto (nitrógeno, amoníaco, acetileno, etc.) que no sea lo suficientemente puro o que no cumpla con los criterios de pureza puede producir un resultado final que no cumpla con sus expectativas e incluso puede dañar su horno.

Por último, garantice la seguridad de los operarios, el uso de equipos de protección individual adecuados y el cumplimiento estricto de las normas de seguridad en el taller. 

Atención: ¡evite la entrada de aire, vapor de agua u oxígeno en el horno! 
De hecho, en combinación con una atmósfera combustible, la presencia de oxígeno puede ser peligrosa y desencadenar una combustión, un incendio o una explosión en sus instalaciones.

Análisis de la atmósfera durante el tratamiento térmico

Dada la criticidad de la composición de la atmósfera en el horno, para ciertos tratamientos es posible analizar la presencia de diferentes especies gaseosas (O2, H2, H2O, CO, CO2, CH4, etc.), lo cual puede hacerse de dos maneras:

  • vigilancia continua de la atmósfera para detectar cualquier riesgo de desviación. El análisis se realiza continuamente durante la fase de mantenimiento de la temperatura.
  • análisis de muestras. Un análisis muy común, que también permite verificar las condiciones del horno cuando no es posible o no es necesaria la medición continua. 

Este seguimiento ayuda a evitar variaciones incontroladas en las propiedades de las piezas tras el tratamiento térmico (por ejemplo, fluctuación de la dureza, manchas superficiales, profundidad de penetración del tratamiento desigual o no conforme a las expectativas, etc.).

Los expertos de Air Liquide están a su disposición y pueden acudir a sus instalaciones para ayudarle en sus elecciones y decisiones relativas a la optimización de su tratamiento térmico. 

En caso de que los resultados se desvíen, pueden realizar auditorías puntuales o recurrentes de la atmósfera de su horno, seguidas de un informe detallado, que le ayudará a resolver cualquier problema y a considerar las áreas de mejora.

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