Tratamiento térmico industrial de piezas metálicas Air Liquide

Los diferentes aceros en tratamiento térmico 

En el mercado existen varios tipos de aceros con composiciones físico-químicas y propiedades mecánicas adaptadas a cada necesidad industrial. Es importante elegir su acero y el tratamiento térmico adecuado para tener una pieza final que cumpla con las condiciones específicas de uso en cuanto a dureza, resistencia a la corrosión y al desgaste, ductilidad, etc.

¿Qué es el acero? 

Los aceros son aleaciones a base de hierro y carbono, a menudo con la adición de diferentes elementos como manganeso, níquel, cromo, molibdeno, vanadio, etc. 

Hay varias maneras de clasificar y nombrar los diferentes grados de acero de acuerdo con las normas europeas (EN), americanas (AISI, ATSM) o internacionales (ISO). Todas estas clasificaciones se basan en la composición química (contenido de carbono, elementos de aleación, elementos, etc.) y en las características mecánicas de las aleaciones de hierro y carbono. Así, por ejemplo, un acero 316L según la norma AISI corresponde a un acero 1.4404 según la norma EN, y este es un acero inoxidable con un bajo contenido de carbono, que contiene cromo, níquel y molibdeno.
 

¿Qué acero debe elegir para sus piezas? 

El acero se elige en función de su uso y, por tanto, por sus propiedades mecánicas y químicas. Los elementos de aleación se añaden a la mezcla de hierro y carbono para cambiar las propiedades del acero y obtener así un material con las características requeridas. 
Sin embargo, un acero con una composición compleja, que le aporta propiedades específicas de dureza, resistencia al desgaste, resistencia a la corrosión, resistencia al impacto, límite de elasticidad, puede tener un coste bastante elevado.

Para compensar las bajas cualidades mecánicas de un acero con una composición más simple y, por lo tanto, más barata, se puede aplicar un tratamiento térmico para modificar las características mecánicas de la superficie; con esto se potenciarán las propiedades del metal de base para obtener una pieza metálica con excelentes propiedades superficiales y con un núcleo totalmente adaptado a la aplicación final.

¿Cómo mejora el tratamiento térmico los aceros? 

El tratamiento termoquímico actúa sobre la composición química y física de la capa superficial de una pieza. Durante un tratamiento termoquímico, la pieza metálica se mantiene en un horno a alta temperatura y en una atmósfera compuesta por varios gases y enriquecida con carbono y nitrógeno. Estos elementos reaccionan con las capas superficiales del metal y modifican su composición. 
Un enfriamiento acelerado, como el temple, permite fijar la composición y la estructura cristalina del metal y da a la pieza final las características mecánicas deseadas.

Sabía usted que... 
Para piezas sometidas a grandes esfuerzos en aeronáutica, se utilizan piezas especiales de acero que han sido sometidas a tratamientos térmicos a bajas temperaturas (de hasta −150 °C).
El objetivo es obtener, después del temple, la transformación completa de la austenita en martensita y garantizar, además de la dureza y la resistencia al desgaste, una alta estabilidad dimensional (metrología, medidores e indicadores). 
Por lo general, este proceso se lleva a cabo antes del revenido en una celda criogénica.
Para el procesamiento criogénico, Air Liquide ofrece una solución completa e integrada que incluye el suministro de nitrógeno líquido, el sistema de distribución del gas y una gama de celdas de procesamiento criogénico, que cumplen con los estándares aeroespaciales.

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