Industrial 3D Printing

¿Se puede considerar industrial la impresión 3D?

Se han logrado avances considerables en la fabricación aditiva en los últimos veinte años: nuevos procesos, impresoras o equipos más fiables y eficientes, ampliación de los materiales accesibles. Una cosa es cierta: la fabricación aditiva ya no se limita a los laboratorios de investigación y desarrollo y abre el camino a nuevas aplicaciones con reconocidas ventajas.

Es difícil atribuir un nivel de TRL (Technology Readiness Level) o de MRL (Manufacturing Readiness Level) a la fabricación aditiva en un sentido amplio, ya que los procesos, y especialmente los proyectos, son muy diferentes. En concreto, en aplicaciones de fabricación aditiva metálica ya se utilizan tecnologías como SLM con capacidad para producir grandes series de piezas para aeronáutica o utillaje, lo mismo para la estereolitografía de resinas para determinadas aplicaciones médicas. Otras opciones tecnológicas, como WAAM o binder jetting, se encuentran en etapa de validación industrial con grandes expectativas.

Impresión industrial 3d y tecnologías de impresión 3d

Este nuevo mundo lleno de posibilidades ha despertado el entusiasmo del público en general gracias a la democratización de las impresoras 3D FDM (Fused Deposition Modelling / modelado por deposición fundida), el impulso de los makers, el “Hágalo Usted Mismo” (HUM) o la multiplicación de los fab labs. El principal impulsor es, obviamente, la fabricación sencilla con calidad de grandes volúmenes, a un coste moderado, de objetos de plástico personalizados para distintos mercados (B2C o B2B).

Utilizada por primera vez para el prototipado rápido, la industria se dio cuenta de las muchas posibilidades que ofrece el proceso para objetos de forma compleja y rápidamente se apoderó de la fabricación aditiva.

Los fabricantes de máquinas han ido ofreciendo progresivamente muchos modelos de máquinas industriales, ciertamente más cerradas, pero moviéndose en la dirección de la fiabilidad, de la precisión y de la garantía de resultados para recetas ya integradas.

Las tecnologías de impresión se han desarrollado para responder a las necesidades y características específicas de diferentes sectores de la industria, aeronáutica, herramientas, dispositivos médicos y ofrecer nuevas soluciones. Podemos mencionar algunos ejemplos:

  • Aumentar la productividad: incrementar la potencia de los láseres o su número en SLM (Selective Laser Melting), trabajar en capas de polvo más gruesas generalmente en fusión de lecho de polvo o incluso aumentar la tasa de metal depositado en WAAM.
  • Adaptarse a piezas de gran tamaño: algunas máquinas SLM se acercan a alturas de plataforma del orden de un metro, ¡el WAAM es potencialmente capaz de imprimir piezas de varios metros!
  • Controlar y reducir los costes
  • Calibrar los procesos de producción y desarrollar sensores para el control de la fabricación y una mejor reproducibilidad.

Los proveedores de polvos metálicos también han adaptado sus especificaciones en términos de granulometría o de tolerancia.

Por último, han aparecido muchos centros técnicos. Permiten acompañar a las pequeñas y medianas empresas, con métodos de enfoque probados, en la industrialización de su proyecto de fabricación aditiva.

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