Control de los gases disueltos: conservar la calidad del vino, desde la viña hasta la botella

Una gestión cuidadosa del oxígeno disuelto es esencial para garantizar la calidad, estabilidad y longevidad de los vinos. Air Liquide ofrece soluciones técnicas de control del oxígeno en la vinificación.

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Control de los gases disueltos: conservar la calidad del vino, desde la viña hasta la botella

En la elaboración del vino, la gestión de los gases disueltos - en concreto, el oxígeno - es una forma decisiva de conservar las características organolépticas como los aromas, el color y también la estabilidad del producto final. Controlarlos es crucial en cada fase del proceso, desde la vendimia hasta el embotellado. El contenido de este artículo consiste en explorar su papel en este tipo de bebidas y las soluciones propuestas por Air Liquide para un control óptimo, respetando las exigencias enológicas, reglamentarias y económicas de los profesionales del sector.

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Los gases disueltos en el vino

Los gases disueltos en el vino – CO₂, O₂, N₂ ou Ar – interactúan constantemente con su estructura. El CO₂, omnipresente en los vinos espumosos, influye en la sensación en boca. El oxígeno desempeña un papel ambivalente: beneficioso para ciertas etapas del proceso de elaboración (microoxigenación de los vinos tintos antes de la fermentación), pero potencialmente destructivo si se controla mal en otras etapas de elaboración ó de conservación del vino. La solubilidad, la temperatura y la presión influyen en su comportamiento. Comprender esas interacciones físico-químicas permite a los viticultores controlar con precisión la calidad del vino, con el apoyo técnico de Air Liquide.

Control del nivel de oxígeno

El oxígeno necesario durante la fermentación y estabilización de los vinos, también puede ser un factor de deterioro aromático y visual, especialmente en vinos blancos y rosados. Demasiado oxígeno provoca oxidación (oscureciendo el color) y pérdida de frescura. Por el contrario, una gestión controlada mediante microoxigenación mejora la estructura, la armonía y aumenta el período de conservación. La experiencia de Air Liquide permite dosificar con precisión el aporte de oxígeno, en el momento adecuado, con soluciones de gas adaptadas a las necesidades de las bodegas.

Fuentes de gases disueltos y buenas prácticas para su control

El vino está expuesto a los gases, sobre todo al oxígeno, en muchas fases de su producción, desde la vendimia hasta el embotellado. Comprender estas fuentes de exposición e implementar las prácticas adecuadas en cada fase para su control de manera eficiente es esencial para la protección y conservación de la calidad del vino.

La primera exposición del vino al oxígeno se produce en la vendimia y en el transporte de las uvas desde el campo hasta la bodega. Al estrujar las bayas, el zumo entra en contacto con el oxígeno del aire, iniciando el proceso de oxidación. Para limitar estos efectos, es crucial manipular las uvas con cuidado y transportarlas rápidamente a la bodega. En algunos casos, el uso de hielo seco (dióxido de carbono sólido) puede ayudar a enfriar las uvas y ralentizar la oxidación.

Durante la vinificación, varias operaciones pueden provocar una mayor disolución de oxígeno en el vino. El trasiego (trasvase del vino de un tanque a otro), la filtración y la centrifugación son etapas en las que el vino está en contacto con el aire. Incluso la vinificación en barrica, que favorece un intercambio controlado de oxígeno a través de la madera, debe gestionarse cuidadosamente para evitar una oxidación excesiva.

El almacenamiento del vino, ya sea en tanques o barriles, es otra etapa crítica. El vino sigue intercambiando gases con la atmósfera circundante y una mala gestión de esta etapa puede provocar una pérdida de calidad.

Por último, el embotellado es una etapa especialmente delicada. El vino puede retomar oxígeno cuando se llenan y se cierran las botellas. Por eso, es importante minimizar la exposición al aire durante esta operación y utilizar técnicas de inertización (sustitución del aire por un gas inerte) para proteger el vino en la botella y prolongar el periodo de conservación.

Para controlar eficazmente los gases disueltos y conservar la calidad del vino, los viticultores disponen de una serie de herramientas y buenas prácticas:

  • Minimizar la manipulación: reducir al máximo los trasvases, las aireaciones y otras manipulaciones que expongan el vino al aire.
  • Utilizar gases inertes: el nitrógeno, el CO₂ o el argón (o en una mezcla con CO₂) se utilizan habitualmente para crear una atmósfera protectora (inertización) sobre el vino, evitando que el oxígeno del aire se disuelva.
  • Controlar las temperaturas: el frío ralentiza las reacciones de oxidación, por lo que es beneficioso trabajar a bajas temperaturas siempre que sea posible.
  • Desoxigenar el vino: en determinados casos, puede ser necesario eliminar el exceso de oxígeno disuelto en el vino mediante técnicas específicas.

En conclusión, la gestión de los gases disueltos es un aspecto crucial del proceso de vinificación. Comprendiendo las fuentes de exposición e implementando las prácticas adecuadas, los viticultores pueden proteger sus vinos de la oxidación y garantizar su calidad óptima.

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Las soluciones de Air Liquide para un control óptimo de los gases disueltos en el vino

Air Liquide ofrece una gama completa de soluciones (gases y tecnologías) diseñadas para ayudar a los enólogos a gestionar eficazmente los gases disueltos y mejorar la calidad de sus vinos.

  • Gases inertes de calidad alimentaria: Air Liquide suministra argón y nitrógeno de calidad alimentaria (gama ALIGAL™) para proteger el vino de la oxidación en todas las fases de la producción. Estos gases se utilizan para la inertización de tanques, los trasiegos de los vinos, la purga de tuberías y el embotellado.
  • Equipos de inyección y control: Air Liquide ofrece inyectores, caudalímetros y sistemas de control para una gestión precisa del gas.
  • Soluciones de desoxigenación: Air Liquide ofrece sistemas de inyección para eliminar de manera eficaz y económica el exceso de oxígeno disuelto en el vino al inyectar nitrógeno.
  • Experiencia y asesoramiento: Air Liquide proporciona un análisis detallado de las necesidades, soluciones a medida y soporte técnico que permite optimizar el uso de gases en el proceso de vinificación.

Un socio para apoyar su estrategia de desarrollo

Air Liquide es su socio privilegiado para afrontar los retos de la elaboración vinícola y alcanzar la excelencia. Nuestros expertos están a su disposición para asesorarle, responder a sus peticiones y ofrecerle soluciones personalizadas, eficaces y sostenibles.

Le invitamos a ponerse en contacto con nosotros para una consulta personalizada y una auditoría de sus instalaciones y propuesta de aplicaciones. No dude solicitar un presupuesto para nuestras soluciones de gas, nuestros servicios y equipos, o inscribirse en nuestros cursos de formación técnica para ampliar sus conocimientos y optimizar sus prácticas. También le animamos a explorar nuestros estudios de casos y testimonios de clientes, para descubrir cómo hemos ayudado a otros actores de la industria vitivinícola a alcanzar el éxito.

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