Dióxido de carbono para la remineralización

El dióxido de carbono se utiliza para conseguir un adecuado equilibrio calco-carbónico en aguas blandas o procedentes de osmosis inversas, formando bicarbonatos y obteniendo agua potable de óptima calidad. El dióxido de carbono también se puede utilizar para reducir la dureza de aguas incrustantes.