Regulación del pH
El CO2 se emplea para la regulación del pH como alternativa a los ácidos minerales como el ácido sulfúrico, el ácido nítrico o el ácido clorhídrico.
El CO2 es un gas inerte que se convierte en ácido carbónico una vez disuelto en agua.
El uso de CO2 implica que no es necesario manipular el producto (seguridad), ausencia de corrosión en la instalación (menores costes de mantenimiento), una regulación precisa (ahorro de floculantes) y ausencia de contaminación salina (cumplimiento de la normativa medioambiental).