Control del pH
Usar dióxido de carbono para controlar el pH del agua es una forma segura de minimizar la exposición medioambiental y el riesgo de accidentes graves, en el caso del uso de ácidos fuertes. Esta alternativa reduce sustancialmente los costes del proceso existente, de la infraestructura, del mantenimiento y de adecuación a la legislación.
Además, nuestra solución de control del pH con dióxido de carbono reduce el elevado coste del suministro, almacenamiento y uso de ácidos minerales peligrosos, incluidos los costes ocasionados por la degradación de los equipos expuestos a los efectos corrosivos del ácido.