Cuando es necesario montar dos piezas metálicas (por ejemplo, un eje y un rodamiento), la mejor forma es enfriar la pieza macho para reducir su diámetro y poder ser encastrada.
El nitrógeno líquido o el dióxido de carbono sólido son formas sencillas y seguras de enfriar y contraer la pieza hasta el diámetro necesario.