¿Cómo se realiza el tratamiento de aguas residuales?

Las etapas y soluciones de saneamiento en estación 

Para comenzar, hay que recoger las aguas residuales para poder enviarlas a una estación de tratamiento. Por lo general, para esto se utiliza una red de saneamiento.

Una vez que llega a la estación, el agua se somete a un tratamiento previo, que permite eliminar los mayores elementos físicos contenidos en el efluente, es decir, básicamente la arena y una parte de las materias en suspensión (las más grandes).
Después, viene el tratamiento primario, que consiste en culminar la eliminación de los elementos físicos a través de una decantación, que sigue a un tratamiento químico o fisicoquímico.
A continuación, pasamos al proceso principal de la estación, que es el tratamiento secundario biológico, que filtra la mayoría de la materia orgánica en forma disuelta, como el carbono y el nitrógeno, básicamente.
Para terminar, podemos encontrar tratamientos terciarios de diferente naturaleza, que permiten profundizar en el tratamiento eliminando las trazas residuales de contaminantes, como los microcontaminantes, por ejemplo (tratamientos de carbón activado y/u ozono).

Enfoque sobre el tratamiento biológico 

El tratamiento biológico, denominado también tratamiento por lodo activado, es un proceso de saneamiento inspirado en la naturaleza. El principio es utilizar microorganismos vivos, que se alimentan de la materia orgánica y, por tanto, purifican las aguas residuales.

Estos microorganismos, que viven y se reproducen, forman el lodo. Para vivir, necesitan oxígeno, que puede llegar a través de oxígeno puro o del oxígeno presente en el aire. El oxígeno sirve asimismo para oxidar una parte de los compuestos.

Este proceso genera una cantidad de lodo creciente, que hay que eliminar por decantación. El lodo se queda en el fondo del depósito, antes de someterse a un tratamiento de lodos (valorización o reciclaje). Ya solo quedaría verter el agua depurada al medio natural.