El aturdido de cerdos o aves con dióxido de carbono o mezclas de dióxido de carbono/oxígeno sirve para dejarles inconscentes antes de sacrificarlos.
Esto reduce el estrés de los animales, lo que repercute en su bienestar y en la calidad de su carne. También ayuda a reducir heridas y daños en las aves, ya que no se mueven durante el sacrificio, y se eliminan las quemaduras eléctricas.